El ingeniero ambientalista Mateo Caushi Urbano, dijo que desde hace 50 años atrás las cabeceras de cuenca son materia de contaminación por actividad extractiva de recursos minerales y el río Santa en buenos términos estaría “muerto”
Sostuvo el profesional que esto irá empeorando en la medida que las autoridades locales y regionales no se preocupen por el grave problema toda vez que faltan aspectos técnicos y decisiones políticas en el manejo responsable de los pasivos ambientales que no inculcan a las empresas mineras.
Mateo Caushi, dijo que la provincia de Recuay, años atrás sufrió una grave contingencia cuando se vino material de una cancha relavera desde la parte alta de la cordillera Negra y dañó todo el espacio ecológico de la quebrada de Sipchóc que incluso comprometió la estabilidad del puente Ayacayana que poco después colapsó y originó pérdidas económicas al erario nacional.
Agregó que las aguas alcaparosas son fluidos contaminantes provenientes de las partes altas en donde existen relaves y yacimientos mineros que no tienen cumplido el PAMA Programa de Adecuación de Manejo Ambiental, lo cual merece mucha atención y actividad de los funcionarios de turno que tienen que contemplar estos aspectos tomados en cuenta en la legislación minera y otros. (Arnaldo Mejía Bojórquez)